El pasado domingo 7 de Julio, más
de medio centenar de alumnos se dieron cita en el Auditorio Maestro Padilla, bajo la dirección de Carmen Loli nos deleitaron durante más de tres
horas.
No se olvidaron
de nadie, Carmen Loli abrió la velada con una emotiva presentación en la que
dio las gracias a cada uno de los alumn@s del centro y a sus padres, por la
ilusión y el esfuerzo que demuestran en cada clase.
Si hay un
adjetivo para la dedicatoria es "Cariño", a Carmen Loli (Kiki) le
afloraba por la piel cuando quiso recordar a todos los que no pudieron estar allí,
como las alumnas que este año han visto truncadas sus clases por los cambios económicos
que están sufriendo las familias, a Carmen, Rosa y Rocío que con su
estado de buena esperanza no han podido subirse a las tablas, a Paqui (la
abuelita de Tania y Zaida) que está pasando unos momentos de salud
delicados y por su puesto a dos personas que ya no están entre nosotros pero si
en nuestros corazones Luis (el abuelito de Marta y Ana), y el padre de Carmen
Loli, José, que está claro que vive en ella, es su fuente de inspiración y la
esencia que la guía.
Una de las partes más esperadas fue la presentación, cada año es
capaz de sorprendernos con una apertura nueva, deslumbrante y diferente, donde
participan todos los alumnos casi simultáneamente, Kiki y las alumnas con más
experiencia daban cuerda y guiaban a los más pequeños. Mientras que los grupos intermedios presentaban sus avances.
Ninguno de los que estuvimos en las
butacas pudimos dejar de sonreír con el desparpajo con el que interpretaron los
peques la pieza de Grease y el deslumbrante número de charlestón.
Se nota que detrás hay horas de arduo
trabajo, se nota que se ha trabajado con cada alumno hasta que para ellos lo más
natural es estar ahí arriba haciendo lo que está haciendo, dándonos su arte, lo
mejor de sí mismo. Y eso no es fácil, ni para la maestra ni para el
alumno.
Cuando ya pensábamos que el listón estaba
tan alto que no podrían sorprendernos más, el espectáculo llega a su cenit con
la despedida, un impresionante número con cajones, bastones, zapateados, en los
que cada una de las clases se funde con su maestra en un arrebato de genio y
arte. ¡Boquiabiertos nos dejasteis!
Personalmente tengo que admitir que
conociendo a la mayoría de las alumnas me sorprendí porque me costaba
reconocerlas, ¡habían crecido al subir a las tablas! Pe...pero si parecían más
tímidas.
Desde Las
Modistillas Flamencas os queremos dar las gracias a todos y en especial a Carmen Loli por haber confiado en
nosotras para la elaboración del vestuario, esperamos haberos ayudado a sentiros
especiales en ese gran día.
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